miércoles, 3 de diciembre de 2014

¡Funcionarios se compran naves de lujo!

La austeridad y la contención del gasto público parece ser puro cuento en el gobierno del mandatario Juan Carlos Varela


La austeridad y la contención del gasto público parece ser puro cuento en el gobierno del mandatario Juan Carlos Varela.
El ministro de Turismo, Jesús Sierra, no se conformó con la Toyota Prado que tenía su institución y ordenó comprar una camioneta 0 kilómetros con todos los lujos.
Documentos oficiales revelan la compra directa a Ricardo Pérez S.A. de una camioneta Prado 2015 color negra “full extras” para uso exclusivo de Sierra. Es la versión más costosa de este modelo: $78 mil.
Sierra exigió que su camioneta fuera comprada con turbo diésel intercooler, tracción permanente en las cuatro ruedas, asientos de cuero eléctricos, sun roof, cuatro cámaras, bolsas de aire frontal, de cortina y rodilla, aire acondicionado de doble zona, luces led, tercera línea de asientos eléctrica, nevera, rines de lujo, y otro sinnúmero de extras.
Otro que también entró a un alto cargo público y exigió un carro nuevo de lujo fue el director general de Ingresos, Publio Cortés. El Ministerio de Economía y Finanzas concretó la compra directa de una camioneta Honda Pilot blanca, full extras, para uso exclusivo de dicho funcionario. La compra por $51,950 fue hecha a Bahía Motors, propiedad de Stanley Motta y mayor donante de la campaña presidencial de Juan Carlos Varela.
Cortés también pidió que la camioneta tenga casi los mismos lujos que la del ministro de Turismo: sun roof, asientos de cuero, pantalla inteligente, cámaras de retroceso, tercera línea de asiento, triple zona de aire acondicionado.
La alianza informativa Epasa, NEXtv y KW Continente pidieron por escrito una versión del ministro de Turismo y el director general de Ingresos sobre la urgencia de comprar dos camionetas de lujo habiendo en la institución dos automóviles asignados a sus despachos de la misma categoría.
Sierra y Cortés tampoco respondieron al incumplimiento de la política de austeridad en el gasto del Gobierno anunciada por el presidente Varela a inicios de su gestión. Mucho menos explicaron por qué exigieron tanto lujo en las extras de las dos camionetas adquiridas recientemente con recursos del Estado.
Jesús Sierra, ministro de Turismo, también es aficionado a las contrataciones directas que fueron cuestionadas por la sociedad civil y gremios empresariales en el Gobierno pasado. Solo entre octubre y noviembre de este año otorgó cinco contratos directos para compra de equipos de vigilancia y seguridad en el centro de convenciones Atlapa, así como otras reparaciones en el lugar. Todas en su total suman más de 603 mil dólares.
Uno de estos contratos fue otorgado a STS Panamá S.A. por $214 mil para la instalación de un sistema de alarma de incendio en Atlapa en octubre pasado. El 6 de noviembre, Sierra volvió a contratar a la misma empresa por otros $149,461 para la instalación de un sistema de videovigilancia.
En octubre, Sierra también pagó por contratación directa $151 mil a la empresa Pisos Noriega S.A. para el suministro e instalación de baldosas en el salón las Totumas en Atlapa. El 7 de noviembre, pagó otros $88,785 a la empresa Alfombras Mundiales para el suministro e instalación de alfombras en el área de auditorio y palcos del teatro Anayansi.
Un día antes, Sierra benefició con otro contrato directo por $12,150 a la empresa Copama por la compra de un extractor de alfombras.