sábado, 13 de septiembre de 2014

Gobierno de Varela no dice todo sobre Finmeccanica: Mulino

El exministro Mulino explicó que el contrato establece que el Estado está en facultad de no pagar si existe incumplimiento de las cláusulas. La anulación del contrato que anunció el Gobierno debió tomarse presentando una denuncia ante los tribunales y no a través del Gabinete.


  • 9.1 millones de dólares fue lo que se desvió de otras partidas para pagarle al conglomerado italiano.
  • El gobierno de Juan Carlos Varela ha realizado cuatro desembolsos al conglomerado italiano
  • Las órdenes de pago fueron firmadas por la viceministra de Finanzas Eyda Varela de Chinchilla, siete días antes del anuncio del Gobierno de suspender el contrato.
El hecho de que se sigan autorizando los pagos a las empresas subsidiarias del conglomerado italiano Finmeccanica demuestra que el Gobierno no ha podido cumplir con la decisión que se tomó en el Consejo de Gabinete de suspender el contrato de operación de los radares.
Esto obedece a que no existe denuncia alguna ante los tribunales para solicitar la anulación del contrato por faltas manifiestas a las cláusulas de dicho documento de entendimiento entre el Estado panameño y las empresas subsidiarias de Finmeccanica.
Así lo argumenta el ex- ministro de Seguridad Pública y excanciller José Raúl Mulino con juristas especializados en derecho comercial e internacional, consultados por el Panamá América.
A juicio de Mulino, los contratos con las subsidiarias de Finmeccanica, establecen cláusulas para preservar los intereses del país.
Como manera de ejemplo citó el anexo A, que hace alusión a los términos y condiciones a las que está obligada la empresa Selex, en cuanto a las especificaciones técnicas para que los radares funcionen de acuerdo a lo que dice el contrato “y si no funcionan, el Gobierno de Panamá no tiene la obligación de pagar absolutamente nada”, destacó Mulino.
El 5 de agosto, el Consejo de Gabinete decidió suspender el contrato con las subsidiarias de Finmeccanica al aducir la protección de los intereses del país, sin embargo, en estos dos meses y medio del gobierno de Juan Carlos Varela se han desembolsado cuatro pagos a favor de los contratos con Finmeccanica.
El jurista Carlos Carrillo asegura que esta postura del Gobierno se debe calificar como una suspensión unilateral de los contratos, figura que no aparece en ninguna de las normativas nacionales e internacionales en materia de contrataciones públicas.
Por consiguiente, considera Carrillo, que la postura del Gobierno solo quedó en un discurso, pero en la acción ha sido todo lo contrario, es decir, no han podido desconocer el contrato, porque ello provocaría una sanción civil para el Estado panameño, con el pago de indemnizaciones.
Para el abogado Ernesto Cedeño, la actuación del Gobierno de haber hecho efectivos los pagos a las subsidiarias de Finmecanica es contrario a lo enunciado en el discurso en el que, supuestamente, establecieron posibles irregularidades de sobrecostos y supuestas deficiencias en las partes operativas de los radares.
A juicio de Cedeño, pareciese que el Gobierno estudió el caso y pudo comprender que no hay nada pecaminoso en el contrato y decidió seguir honrando los pagos.
De acuerdo con las órdenes de pago a las que tuvo acceso el Panamá América, se revela que el 27 de agosto se dio el pago más reciente a las empresas que representan al conglomerado italiano.
José Alberto Álvarez, presidente del Colegio de Abogados, explicó que por normativa jurídica, el gobierno de Varela si consideraba que había incumplimiento del contrato por parte de los representantes de Finmeccanica, debió entablar un proceso civil que implicará una denuncia ante los tribunales solicitando la anulación de la relación contractual.

Cayó la novela


Las cartas de las empresas italianas Impregilo y Finnmecánica al expresidente Ricardo Martinelli destruyen las campañas orquestadas por diversos políticos que tienen caja de resonancia en conocidos medios de comunicación. Las misivas oficiales de las empresas desmienten que Martinelli, como jefe de Estado o a título personal, hiciera alguna solicitud de donación de cualquier índole. Asimismo rechazan las empresas italianas que recibieron de la administración Martinelli “cualquier tipo de favoritismo u ofrecimiento en la adjudicación de cualquier obra”.
Quedan en un espantoso ridículo los adversarios políticos de Martinelli que se llenaron la boca con imputaciones de soborno sin prueba alguna, encuadrándose sus acusaciones en el campo penal de la injuria y la calumnia. Durante la campaña electoral, las imputaciones calumniosas se convirtieron en herramientas constantes para denigrar al candidato presidencial de Cambio Democrático, José Domingo Arias, y respaldar al candidato Juan Carlos Varela.
El Tribunal Electoral no ha considerado el efecto negativo de las campañas políticas en los resultados de los comicios de mayo, mientras celebra audiencias para ventilar impugnaciones de candidatos desconocidos, como sucede en la audiencia contra el diputado Carlos Tito Afú, de Las Tablas.
Se afirma que Ricardo Martinelli es el expresidente de la República más calumniado de los últimos tiempos. Todos y cada uno de los numerosos proyectos que llevó a cabo o que se encuentran en proceso de construcción son execrados a nombre de sobreprecios no comprobados por peritos, pero presentados deformadamente cual si fueran hechos comprobados exhaustivamente.
Sin embargo, Martinelli, contra viento y marea, realizó su programa de obras que han transformado el país. Resultaría ocioso y agobiante reconstruir el inventario de las acusaciones lanzadas contra el gobierno de Cambio Democrático. Pero están en las páginas de diarios y en los archivos de los canales de televisión.
Las cartas de los empresarios italianos se divulgan a través de las redes sociales, pero son invisibles en los medios incursos en la desinformación sistemática, violando los principios básicos de la ética periodística. Cuando los tribunales italianos reciban las cartas que niegan sobria y rotundamente la existencia de anomalías y dicten sentencia, seguirán ocultando la realidad. Como dijo el presidente Lincoln, algunos pueden engañar algún tiempo, pero no podrán seguir engañando todo el tiempo.
El expresidente Martinelli mostró en su cuenta de Twitter sendos documentos oficiales de la empresa estatal de Italia Finmeccánica que niegan la existencia de sobornos en la adquisición de radares, helicópteros, etc. a nadie en Panamá.
En pocas palabras, la novela italiana es una telenovela truculenta cuyo guión escribieron a cuatro manos políticos y periodistas. Otro capítulo de la historia local de la infamia. Si las violaciones del Código Penal llegan a trasladarse a los tribunales de justicia de Panamá, entonces muchos subirán al banquillo de los acusados y sufrirán el repudio del pueblo panameño.